viernes, 24 de abril de 2015

Silencio

"Las palabras no pronunciadas 
son flores del silencio"

Proverbio Japonés

¿Has intentado alguna vez escuchar el silencio?. Krishnamurti lo describía como una cualidad sutil que reside "más allá del ruido de las palabras". El mundo occidental, por desgracia, está más preparado para el ruido que para la canción profunda del silencio.


Si durante nuestra jornada estamos expuestos al vocerío de la gente, a los coches o al zumbido de las máquinas, tenemos que procurarnos una pausa suficiente para aquietar la mente. En estos casos, el silencio es un bálsamo necesario que permite descargar las tensiones y recuperar la sensibilidad.

La mayoría de las personas llegan a casa agotadas y no hacen otra cosa que encender el televisor. Esto es lo último que la mente necesita. La avalancha de mensajes visuales y las continuas subidas de volumen que propicia la publicidad no hacen más que confundir los sentidos, ya saturados por las impresiones del día.

Necesitamos unos minutos de paz mental para recobrar el equilibrio y abrirnos a nuevas experiencias. Esta pausa podemos hacerla mientras tomamos un baño, o bien sentados en un cómodo sillón. Lo principal es no hacer nada y disfrutar de la tranquilidad. Podemos pensar o no. El silencio acariciará nuestros sentidos como una suave brisa.

Descubre el interior que anida detrás de tus pensamientos. Tal vez encuentres en tu silencio otro Yo profundo y desconocido.


Para saber más

* Jiddu Krishnamurti. Esa luz en uno mismo. Edaf, 2000.
* Raimon Panikkar. El mundanal silencio. Martínez Roca, 1999.

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Tal vez os hayáis dado cuenta de que las últimas entradas invitan siempre a recogerse y descubrir un Yo más profundo, a investigar en nuestro interior. En esta sociedad en la que vivimos y sobre todo en Occidente, hemos dejado muy de lado el lado espiritual de nuestro Ser y aunque lo obviemos, está en nosotros. Os propongo el reto de recuperarlo.

¡Feliz Fin de Semana!.

Namaste.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

viernes, 17 de abril de 2015

Relajación

"Nada puede traerte la paz, sino
tú mismo"

Ralph Waldo Emerson

Vivimos bajo continua presión. Parece que la mente deba estar siempre ocupada. Sólo descansamos en las pocas horas de sueño o cuando nos apoltronamos frente al televisor. Todo hay que hacerlo deprisa y corriendo, como si el mundo se nos escapara de las manos.

En algún momento habrá que detenerse. El ya clásico "es que tengo tanto que hacer" es una excusa para perpetuar este esta y no replantearse las cosas. Si se somete al cuerpo y a la mente a una tensión ininterrumpida, acaban bloqueándose. Para evitarlo, hay que aprender a relajarse.

Tumbada en la hierba

Para iniciarte en la relajación, puedes practicar la respiración completa unos minutos al día. Vacía totalmente los pulmones y luego baja el diafragma para que entre el aire. El aire debe seguir su camino hacia el tórax, con lo que las costillas se separarán sin esfuerzo. Finalmente, dentro del mismo movimiento armónico, los pulmones terminarán de llenarse levantando las clavículas. Una vez finalizada la inspiración, mantén el aliento unos segundos y, acto seguido, suelta todo el aire hasta vaciar nuevamente los pulmones.

Mientras realizas este ejercicio -preferiblemente tumbado y con los ojos cerrados- puedes visualizar un paisaje que te evoque un sentimiento de paz. Los resultados son extraordinarios. La relajación es un oasis de claridad y transformación.

Es importante escuchar el cuerpo y atender sus necesidades. Evita que el cuerpo sea sólo el vehículo de tus prisas. 


Para saber más

* Claus Haring. El entrenamiento autógeno. Herder, 1999.
* Dr. Ramón Roselló. Yoga para gente muy ocupada. Oceano, 2000.

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Respirar de forma consciente y de forma completa, diría que es uno de esos pequeños e incomparables placeres de la vida. Quien lea esto y lo practique, sabrá perfectamente de lo que hablo. Sin embargo, por mucho que me apene, debo decir que la mayoría de personas no sólo les sonará esto, sino que además, la mayoría de personas no "sabrán respirar"... Y no es que no respiren, claro que no es esto, porque está claro que sin el aporte de oxígeno mínimo en sus pulmones no estarían ya sobre la faz de este planeta; a lo que me refiero es más bien a que su sistema respiratorio está "deprimido". ¿Por qué ocurre esto?, porque su diafragma está bloqueado, por lo que no puede realizar correctamente su función; su capacidad pulmonar está por tanto limitada, sus músculos intercostales e intervertebrales están hipotónicos y acortados, con lo que no hay movilidad y amplitud en su caja torácica; realizan una respiración incompleta y alta, por lo que no existe un aporte suficiente no sólo de oxígeno, sino de Prana... en sus pulmones existe una parte residual que queda anclada y viciada y que nunca se renueva... Y sólo cito muy a la ligera lo que supone una respiración pobre e incompleta.

¡Cuántas veces he oído a alumnos de Yoga decir que cuando llegaron no sabían respirar!.... Tantos como agradecidos estaban al enorme cambio que estaba suponiendo en sus vidas haber tomado dicho camino. Tantos como beneficiarios de los primeros frutos de los muchos que llegarán a recoger gracias a esta ciencia milenaria. Nada como practicar Yoga para saber respirar.

La buena noticia es que nunca es tarde. Cualquier persona está siempre a tiempo, sea cual sea el momento de su vida, de comenzar a practicar Yoga, porque éste deberá siempre ser adaptado a su alumno por un buen profesor..., deberá ser como el traje realizado a la medida que sólo puedes llevar tú, sólo tú.

¡¡¡Ahora es el momento!!!.

¡Feliz Fin de Semana!.

Namaste.

Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

viernes, 10 de abril de 2015

Algunas pautas para comenzar a meditar

"No prestes atención a lo que 
florece afuera, sino a la raíz que 
está en la tierra"

San Agustín

El ejercicio de respiración consciente es un buen instrumento para todo aquel que desee aquietar la mente y expandir su mirada interior.

Al principio bastará con diez o quince minutos diarios. Intenta procurarte un lugar tranquilo, lejos de otras personas o del ruido de la calle. Las postura ideal es sentado sobre un cojín firme con las piernas cruzadas y la espalda bien recta. Las manos pueden descansar sobre las rodillas o sobre el regazo con los pulgares unidos y las palmas mirando hacia arriba.

Imagen de la página de Kundalini Yoga Barcelona
Una vez hayas conseguido una posición cómoda y relajada, concéntrate únicamente en la respiración. Fija toda tu atención en las fosas nasales, y observa cómo el aire entra y sale de forma fluida. Dado que no estamos acostumbrados a tener la mente en blanco, seguramente acudirán toda clase de pensamientos. No te inquietes, no debes aceptarlos ni rechazarlos. Limítate a dejarlos pasar como si fueran nubes. Si te cuesta concentrarte, puedes contar las respiraciones en series de diez. En caso de perderte antes de acabar la serie, puedes volver al principio.

El objeto del ejercicio es tomar conciencia de tu cuerpo "aquí y ahora" y relativizar los contenidos mentales, los cuales no son buenos ni malos en sí.

Analiza si hay recuerdos o pensamientos que rechazas sistemáticamente. Tal vez trates de estar siempre ocupado para no pensar. Concédete la oportunidad de conocerte a tí mismo.


Para saber más

* Aldous Huxley. La Isla. Edhasa, 1999.
* David Fontana. Guía fácil de la meditación. Robinbook, 2000.

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Esta entrada bien podría ser una continuación de la anterior (puedes leerla pinchando AQUÍ). En mi opinión ciertamente la mejor forma es la postura de sentados sobre un cojín o zafu en Ardha Sidhasana, pero sólo si tienes practica y te resulta cómoda. Puntualizo que siempre debes acomodar las rodillas si éstas no llegan bien al suelo con el fin de no mantener tensión que podría perjudicarte; así que coloca otro cojín, una manta enrollada, lo que sea preciso para descansar bien. Pero si no tienes práctica y quieres comenzar y beneficiarte, prueba a sentarte en una silla en donde queden tus pies bien apoyados en el suelo y tus pantorrillas formen ángulo recto con el suelo, a la vez que tus muslos estén paralelos al suelo y en ángulo recto con tus pantorrillas, al igual que tu cadera... todo son ángulos rectos y tu espalda debe estar cómodamente apoyada y bien recta. Practica con las series de 10 de momento, es un muy buen inicio.

¡Feliz Fin de Semana!.

Namaste.


Nota: Capítulo sacado del libro "99 maneras de ser FELIZ y 99 recetas budistas para vivir con plenitud" de Gottfried Kerstin.

miércoles, 1 de abril de 2015

Monas de Pascua

Días de Semana Santa y días de Pascual por esta zona. Aquí es muy típico salir a pasar el día y que los niños coman Monas de Pascua como merienda. Los no tan niños tienen la misma versión, pero en Toña, aunque los adultos suelen comerla acompañada de chocolate a la taza.

Recuerdo cuando era niña salir con la mona, una tabletita pequeña de chocolate y un capacito muy mono. Zapatillas y vaqueros nuevos por lo general (era la excusa para renovar los vaqueros, porque en otra fecha, si no era estrictamente necesario, no se renovaban). También es típico, como broma, romper el huevo en la cabeza de alguien, siempre como juego y por sorpresa... Solían ser unos días de diversión, siendo niña y siendo ya algo más mayor cuando nos íbamos el grupo de amigos.

Llegó el relevo y ahora el niño es mi peque. Así que este es el segundo año que hago Monas de Pascua caseras. Así también puede llevarse una al colegio el último día de clase que suelen irse a almorzar a un parque más o menos cercano.

Siempre es un placer realizar el dulce típico en casa, y en esta ocasión aún más porque tuve al peque de ayudante. Muy dispuesto, le hacía una tremenda ilusión el "Día de Pascua" del colegio y ayudarme, así que, justo ayer, nos pusimos manos a la masa antes de cenar y justo antes de irse a dormir, ya estaban hechas las monas.

Tanto el año pasado como éste, he realizado la receta que ví en Pequerecetas (vais directos a ella si pincháis sobre el enlace). De todas formas, os indico cómo la hemos realizado en casa:

Ingredientes:

- 500 grs. Harina integral de espelta ecológica
- 1 sobre de Levadura de panadería
- 250 ml. de Bebida de avena templada
- 100 grs. de Mantequilla ecológica fundida
- 80 grs. de Azúcar integral de caña ecológico
- 1 Huevo ecológico
- 1 pizca de Sal

Para pintar la masa:

- 1 yema de Huevo ecológico
- 1 cucharada sopera de Bebida de avena

Para la decoración:

Totalmente libre. Aquí es típico poner huevos cocidos, pero puede ser desde un poco de azúcar, hasta formar figuras y hacer los ojos con granos de café por ejemplo, almendras laminadas, etc.

Preparación:

En un bol mezclar bien la harina con la levadura. Aparte mezcle el resto de ingredientes: batí el huevo con el azúcar, añadí la leche, la pizca de sal, la mantequilla derretida. Se añade la mezcla al bol de harina y levadura y se mezcla muy bien hasta formar una masa homogénea. Se pude realizar con batidora o amasadora, aunque yo lo hice a mano, como si hiciera pan o masa para pizza.

Una vez tenemos la masa que ya no se pegue a las manos, la dejamos en un bol, la tapamos con un paño y la ponemos en el horno previamente recalentado a 50ºC y con la puerta entreabierta (se puede poner un utensilio de madera para ello). Debe estar unos 20-30 minutos para el primer levado.

Pasado este tiempo y habiendo aumentado su volumen, partimos la masa en tantos pedazox como monas vayamos a realizar (nosotros hicimos 5). Y aquí dejamos volar la imaginación realizando las formas que queramos. Los peques pueden disfrutar mucho con esto.

Preparamos una bandeja de horno con papel vegetal, las pasamos a la misma y volvemos a poner la bandeja en el horno otros 10 minutos para un segundo levado.

Sacamos la bandeja y ponemos el horno a 200ºC. Mientras se va calentando, procedemos a mezclar la cucharada de leche con la yema de huevo para pintar la masa para que que quede ese color dorado. Añadimos la decoración: almendras laminas, un poco de azúcar, los huevos cocidos, etc. lo que hayamos previsto.

Con el horno ya a 200ºC, ponemos la bandeja con las monas durante 25-30 minutos aproximadamente. Tendrán un color dorado-tostado característico. Sacamos del horno, dejamos enfriar y añadimos decoración si es preciso.


Si cocéis huevos, hay truquillos para que queden perfectos y con la yema totamente centrada: los huevos deben ponerse en el agua ya hirviendo y que ésta los cubra bien. Deben estar unos 11 minutos y de vez en cuando hay que rodarlos un poquito con una cuchara o tenedor de madera (de esta forma la yema queda centrada). Debemos tener preparado un bol con agua fría y cubitos de hielo, así en el momento en que los quitemos del fuego, los dejaremos en este recipiente y esto hará que se pelen a la perfección y con muchísima facilidad.

En nuestro caso también hemos preparado una mousse de chocolate para rellenar alguna mona y que quede más jugosa. Es muy sencilla de preparar y se hace en un periquete. Su ingrediente principal es el Aguacate, así que además, nos beneficiamos de todas sus maravillosas propiedades.

Ingredientes:
- 2 Aguacates maduros
- 1/2 taza de Sirope de Ágave
- 1/4 taza de Cacao puro en polvo
- 2 cucharadas de Aceite de Coco (opcional)
- 1 pizca de Extracto de Vainilla (opcional)
Nota.- 1 taza = 200 ml (aproximadamente)

Los ingredientes opcionales no solemos tenerlos en casa, así que prescindimos de ellos en nuestro caso y os aseguro que está riquísima. La he utilizado alguna vez como relleno de tarta. Sólo hay que mezclar bien todos los ingredientes con la batidora y... ¡¡¡a disfrutar!!!.
¡Felices Vacaciones de Pascua o Semana Santa!.

Namaste.